Tanto si os sobraron de una buena receta de cocido madrileño como si abrís una conserva de garbanzos y los laváis y escurrís bien, necesitaremos unos 400 g de garbanzos cocidos para la elaboración de esta receta de legumbres. En realidad, lo importante aquí, partiendo de la calidad de vuestros garbanzos es la salsa de tomate especiada que vamos a hacer.
En una olla grande, para que no se nos manche la cocina con las salpicaduras, ponemos dos o tres cucharadas de aceite de oliva y echamos el kilo de tomates cortados en trozos. Como en casa nos gusta mucho el picante, en lugar de utilizar tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra normal, utilicé dos y una de nuestro aceite picante casero.
Dejamos freír a fuego medio durante 30 minutos, aplastando de cuando en cuando con una cuchara para que vayan soltando el agua. Mientras se va reduciendo la salsa de tomate, vamos mezclando en un mortero las especias que vayamos a usar. Dejo la variedad a vuestro gusto pero yo usé comino, semillas de cilantro (coriander), polvos de curry caseros, pimienta negra, y unas especias japonesas picantes, el sashimi togarashi.
Añadimos las especias y mezclamos bien, y seguimos reduciendo el tomate -ahora a fuego lento- durante otros siete u ocho minutos, probando y rectificando de sal y pimienta. Una vez listo, pasamos la salsa por el pasapuré y la servimos sobre los garbanzos cocidos, dejando que el conjunto cueza diez minutos más para que se integren bien los sabores. Servimos inmediatamente.
Fuente: https://www.directoalpaladar.com/recetas-de-legumbres-y-verduras/receta-garbanzos-guisados-salsa-tomate-muy-especiada